"Una guerra nuclear entre Rusia y Estados Unidos sería el fin de la civilización"
Un destacado experto militar ruso advierte que si uno de los bandos lleva a cabo un ataque nuclear contra el otro los eventos se desarrollarán rápidamente y tendrán consecuencias desastrosas para todos.
Nadie puede decir hasta qué punto es realmente grave la amenaza" de las acciones de EE.UU., ha señalado Buzhinski, que también es presidente de la Junta Ejecutiva del centro de investigación PIR-Center, que investiga la seguridad internacional y la no proliferación de armas de destrucción masiva.
Buzhinski ha aseverado que "los militares se están preparando" para esta amenaza. "El Ejército ruso se está preparando y el Ejército estadounidense hace lo mismo. Y es el deber de los políticos advertir a los ciudadanos de que tales preparativos están teniendo lugar", ha sostenido.
Los estadounidenses siguen jugando con armas nucleares en Europa como si olvidaran que si esas armas llegan a emplearse "no quedará nadie en la Tierra", ha remarcado el teniente general en la reserva. Los eventos se desarrollarán rápidamente y tendrán consecuencias desastrosas para todos si uno de los bandos lleva a cabo un ataque nuclear contra el otro, ha advertido.
Moscú responderá en caso de ataque nuclear
Si Rusia "es atacada con armas nucleares, lanzaremos un contraataque", ha constatado el experto del PIR-Center. "Las fuerzas estratégicas rusas y estadounidenses que entren en acción supondrían cientos de megatones de municiones nucleares que golpearían el territorio de EE.UU. y Rusia", ha estimado.
"Rusia está ubicada en la placa euroasiática, lo que nos da una ligera ventaja tectónica. En cuanto al continente de América del Norte, seguramente se romperá" como resultado de un contraataque nuclear ruso. "Será el fin de la civilización. De eso no hay ninguna duda", ha mantenido el experto.
Buzhinski ha asegurado que un ataque nuclear estadounidense no tomaría a Rusia por sorpresa. "Las Fuerzas Armadas rusas están listas para todo. El presidente Putin habló al respecto en numerosas ocasiones y todos lo saben", ha apuntalado.
Se estima que 200 de las bombas nucleares B61 de EE.UU. se encuentren en Alemania, Bélgica, Italia, Países Bajos, Turquía y otros países europeos como parte del programa de intercambio nuclear de la OTAN. Moscú considera que la presencia de armas nucleares y defensa antimisiles estadounidenses en el continente europeo supone una amenaza para su seguridad nacional.
